Sunday 12 June 2011

La Imposibilidad

Todo comenzaba en la cabeza. En alguna parte se encontraban y hacían sinapsis cuantiosísimas neuronas que no sólo se basaban en las experiencias químicas vividas en ese momento, sino también en algunas retorcidas volteretas que daba la memoria.
Luego saboreaba el pensamiento y lo volvía a repetir. En un extraño juego que le había planteado su vida, ella siempre temió no poder recordar las frases maravillosas que se le ocurrían en cualquier lugar y es por eso que un buen día decidió sacar el viejo anotador que había encontrado guardado en un cajón en la casa de su abuela, llevarlo siempre en la cartera y al momento de la revelación, tomar nota sobre ello.
A veces una idea le dolía en la panza y le provocaba llorar. A veces una realidad auto-revelada se le aparecía en el camino, la pensaba, la repensaba y a la tercer vez le daba paso a la lapicera pluma Parker tinta negra para que con su majestuoso fluir la perpetrara en la hoja, tatuándola de por vida en una página en blanco.
Y también había diálogos extensos con los temas más variados como protagonistas: el amor y su mejor amigo, el desamor, el mundo, el amor, su historia en común, el amor y su mejor amigo el desamor, la explicación al desamor, el amor como química y como lenguaje, de por qué el amor jamás sería matemático, del desamor. Y como ramas inquietas la semana anterior a la primavera, el pensamiento se llenaba de cosas para decirte. Todo siempre comenzaba en la cabeza, luego la sinapsis y luego la Parker tinta negra.
Claro está que cuando corpóreamente te hacías presente frente a ella, una magia inexplicable nublaba su cabeza, se apoderaba fatalmente de su memoria, adormecía sus brazos y secaba la tinta; lo más fabuloso era ver cómo una a una las palabras escritas para vos se borraban y la frustración causada por el torrente de frases que deseaba decirte pero que su garganta, reseca y enmudecida, se negaba a reproducir. 

4 comments:

  1. Me encanta el fluir de la pluma en una hoja en blanco, el cerebro y sus sinapsis al mando y los resultados a la vista, salvandose del olvido.

    Cuando la mente es el torbellino mas grande que se ha visto, me parece pertinente llevarla a lo real, obligarla a ordenarse con la escritura. El precio: se limita la creatividad. La ganancia: quedan huellas de lo ocurrido.

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  2. Señor Dupin, que bello lo que ha escrito!

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  3. A mi me ocurre lo mismo, fluyo cuando soy capaz de crear hasta tocar el cielo. También anoto las ideas en una libreta...preciosa la manera que lo has expresado. Un abrazo

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  4. Hola Driver, he venido a saludar, te toca el relato después del mio.
    He venido observando que el grupo está lleno de filósofos y yo soy muy practica, así que prepárate para lo peor y ódiame :))
    Una forma encantadoramente poética de describirlo.
    un beso

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